Es muy común el uso de la palabra Calidad. Veamos algunos ejemplos: en una noche de domingo salimos con nuestra familia a comer a un restaurante, nuestra expectativa es el sabor agradable de la comida y que no nos genere ningún mal. Si esto pasa hay calidad. Si nuestra institución adquiere un servicio de asesoría por parte de una firma consultora y ésta realiza todo lo prometido, hay calidad. Si un servicio contratado de mantenimiento de la piscina de la institución, se realiza tal como esperábamos, entonces hay calidad.