La herencia recibida de España ha signado la vida social y cultural de los colombianos. En el proceso de construcción y consolidación del Estado, la religión ha ocupado un puesto importante en el ordenamiento constitucional, fortaleciéndose la hegemonía de una única religión: la católica. De allí se desprendió el interés por establecer normas que aseguran la formación religiosa católica en el sistema escolar. Esto, hasta llegar a la constitución de 1991, que reconoce la libertad religiosa, de conciencia y de culto. Este artículo muestra las diversas disposiciones legales que, desde dicha Constitución, busca reglamentar la educación religiosa en el sistema escolar colombiano en un marco de pluralismo religioso y cultural.