En la perspectiva de Lev S. Vigotsky, el connotado psicológico ruso muerto prematuramente en 1934, hay dos impulsos característicos del ser humano propios del intelecto, no opuestos ni separables uno del otro, que se manifiestan desde la temprana infancia y que bien valdría la pena considerar en sus posibles interacciones, combinaciones y superposiciones, con mayor reflexión, cuidado y detenimiento, ahora que por todo el mundo se enfatiza en la necesidad de construir sociedades del conocimiento.