Bogotá es la primera ciudad latinoamericana en ser escogida como Capital Mundial del Libro, después que en el 2001 la UNESCO, junto a un comité integrado por la Unión Internacional de Editores (UIE), la Federación Internacional de Libreros (FIL) y la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y bibliotecas (IFLA), escogieron inicialmente a Madrid, y sucesivamente a Alejandría (2002), Nueva Delhi (2003), Amberes (2004), Montreal (2005) y Turín (2006).