Según un estudio de la Fundación Ideas para la paz (FIP), los líderes empresariales más importantes del país y altos ejecutivos de multinacionales, apoyarían un proceso de paz con la FARC. Sin embargo, condicionan la negociación a la superioridad militar y policía del Estado. Están de acuerdo con pagar un impuesto extra para apoyar el proceso y dar vocería política y acceso a cargos de elección popular a los desmovilizados.