El aumento constante del cociente intelectual de la población refleja la manera en que nuestras mentes se adaptan al mundo que estamos creando.Hace 28 años, James R. Flynn, investigador de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, descubrió un fenómeno para el que los sociólogos aún buscan una explicación: los resultados en las pruebas de cociente intelectual (CI) han venido mejorando sin cesar desde principios del siglo xx.