El artista Charles R. Knight recurrió a su vasta experiencia en la representación de animales vivos para insuflar vida a seres prehistóricos. Este ejercicio le hizo tomar conciencia del carácter irreversible de la extinción Tal vez el lector ignore su nombre, pero puede que sí conozca su obra. Charles R. Knight, (1874-1953), nacido en Brooklyn, produjo frescos y esculturas de dinosaurios, mamuts y humanos prehistóricos que adornan los grandes museos estadounidenses de historia natural. Sus dinosaurios han sido plasmados en juguetes, sellos de correos o historias gráficas, así como en libros y revistas científicas de paleontología. Uno de los ilustradores de Sir Arthur Conan Doyle los plagió para su novela El mundo perdido, de 1916. Algunos llegaron incluso a convertirse en estrellas de la pantalla, sirviendo directamente de inspiración en secuencias de King Kong (1933) y, no tan directamente, en Fantasía, de Walt Disney (1940), o Parque Jurásico, de Steven Spielberg (1993). Ray Harryhausen, maestro de animación de monstruos hollywoodenses, creador de los dinosaurios de Hace un millón de años (1966) y otros clásicos, basó sus personajes de animación por paso de manivela (stop motion) en dibujos y esculturas de Knight.