Como afirma Paul Grice (1983), la conversación es entendida como cooperación: Nuestros intercambios de conversación normalmente no consisten en una sucesión de observaciones inconexas y no sería racional que así fuera. De modo característico, al menos en cierto grado, estos intercambios son esfuerzos cooperativos y cada participante reconoce en ellos almenas una dirección mutuamente aceptada.