Al concebir el teatro como una de las disciplinas estéticas de las artes escénicas, no pretendo afirmar categóricamente que su enseñanza en el hábito estético y pedagógico sea la única, tampoco considero que lo interdisciplinario, en la búsqueda de la didáctica en la vivencia de las tradiciones populares que es la que me inspira como artista y maestra, sea una receta inamovible.