A la escuela cubana de hoy le corresponde la difícil tarea de poner al estudiante en contacto con formas del lenguaje coherentes que sean representativas de las normas cultas y literarias (científica y artística) para que a través del análisis reflexivo de estos hechos de lengua, puedan incorporar y comprender las estructuras de un texto de acuerdo con su tipo, la significación de las palabras en su contexto, el valor de la intención del emisor y de la situación comunicativa, la importancia de la selección adecuada de los medios lingüísticos en concordancia con el mensaje y la estructura del texto. El trabajo tiene como objetivo central; desarrollar habilidades para producir mensajes con la mejor eficacia. Para ellos es necesario caracterizar las competencias lingüística, cultural, comunicativa, sociolingüística y discursiva que permitan desarrollar un eficiente constructor de textos.