En este artículo se hace una reflexión sobre la transformación que se está produciendo en los modelos curriculares y en las prácticas formativas de las instituciones de educación superior, debido principalmente a tres factores: las nuevas exigencias en el desempeño de los estudiantes, traducidas en competencias; la concepción, casi universal, del trabajo académico del estudiante en términos de créditos, incluyendo el estudio independiente; y la incorporación de la informática y la telemática en el trabajo pedagógico, abriendo nuevos escenarios de interacción entre profesores y alumnos, como es el aula virtual.