Desterrada la dicotomía cuerpo-mente hemos reivindicado al juego como una de las más potentes herramientas didácticas para lograr en los escolares la edificación del saber cómo. El juego es medio y sistema: medio, pues posibilita a un grupo de niños interactuar, relacionarse y trabajar juntos a partir de un interés y motivación común; sistema, porque constituye y representa un convenio de realización y disfrute mutuo. La acción motriz es significativa en este contexto, porque se afirman en tres elementos fundamentales -hacer, actuar y desempeñarse-, y se apoya en el juego como medio de expresión e instrumento de conocimiento.