En la ciudad de Lima vive un maestro de maestros: un hombre admirable, de un amplísimo bagaje intelectual, con vacación de servicio e intachable conducta. En su casa no hay una gota de alcohol. Un régimen de vida sana, ordenada y disciplinada son la fuente de su eterna juventud Ahora queremos rendirle un homenaje al cumplir cien años de vida, toda ella dedicada a la enseñanza de niños, adolescentes y jóvenes, con quienes ha disfrutado del diálogo y la comunicación fecundos.