La inquietud que siente el profesorado de una pequeña escuela de pueblo, para que los alumnos y alumnas inmigrantes se sientan integrados, deriva en un proyecto de canto coral que se viene desarrollando desde hace más de una década. La actividad, que sirve de vínculo entre el centro y el municipio, favorece la participación igualitaria y la pertenencia a una comunidad educativa inclusiva.