Este centro navarro organiza talleres en los que todo el alumnado de Infantil, mezclado por edades, puede experimentar con luces y sombras, pintar lienzos, hacer esculturas colectivas, cocinar o relajarse. Siguen así la estela de las escuelas infantiles de Reggio Emilia y conciben espacios privilegiados para la relación, la creatividad, el lenguaje, el juego y la alegría.