El artículo presenta algunas aproximaciones sobre el lugar y el signifcado de los manuales, libros o textos escolares en la historia de la pedagogía. Asimismo sitúa el debate entre sus detractores y defensores. En oposición a algunos análisis comunicacionales que anuncian la descentración del saber y del eje letrado con la aparición del texto electrónico, esta reflexión plantea que el problema no está en la técnica de impresión o el formato de estos objetos, sino en los saberes contenidos en ellos, en el tipo de codificación en los que están inscritos ¿el alfabeto- y en su uso en la escuela, mediado y determinado pedagógicamente por los maestros.