Expresar con el lenguaje audiovisual comporta dominar dos ejes complementarios; la creación de historias y la narración mediante imágenes. Se trata de aprender a descubrir un mundo coherente y verosímil, unos personajes con sus intenciones y las acciones que luego se traducen en el argumento. Y, al mismo tiempo, es necesario conocer las normas básicas del lenguaje de la imagen y los procesos de secuenciación de la narrativa audiovisual.