El artículo presenta una reflexión sobre la formación investigativa en la educación superior en el marco de lo que se denomina ¿capitalismo cognitivo¿. Desde una revisión crítica de los presupuestos de este capitalismo aplicado a las funciones centrales de la universidad, la autora propone una perspectiva pedagógica de la formación investigativa a partir de la construcción de redes de cooperación intelectual, que resulten no sólo productivas en el ámbito social y en el educativo, sino también, antagónicas y resistentes al reduccionismo que opera desde la idea de la universidad-empresa.