Quiero compartir tres escenas, a la manera de instantáneos, pero ilustrar los descubrimientos que he presenciado durante estos años en los que me he dedicado a enseñar y a compartir la literatura con bebés, niños y niñas y que han transformado profundamente mi visión acerca del lugar que ocupa en la formación de los seres humanos desde el comienzo de la vida. Gracias a lo que me han enseñado mis jóvenes lectores, he adquirido una perspectiva para mirar mis tiempos de universidad y mis primeros años como maestra y he descubierto lo poco que me enseñaron ( y lo poco que enseñe) sobre su significado profundo. Tuve que ir aprendiendo o quizás sería mejor decir "desaprendiendo", como quien se libera de cargas inútiles datos, fechas, objetivos y estrategias. Mediante un lento proceso, empecé a mirar hacia atrás, guiada por una pregunta "¿Desde cuándo leemos?" y terminé trabajando con los lectores más pequeños que puedan imaginarse