Cuando una sociedad entiende que la política es para hacer uso de los derechos y de la civilidad, esa misma sociedad entiende que es preciso reconocer lo importante de ser educados en lo político y lo público, de tal manera que el porvenir sea distinto al presente, como un camino en la búsqueda de la igualdad y la exigencia de los derechos y las libertades humanas, Es así como la defensa de la vida se pone de manifiesto como una política en sí misma, como respuesta a las formas emancipadoras en que los sujetos actúan en las sociedades contemporáneas.