El presente ensayo analiza las profundas transformaciones vividas por las familias en las últimas décadas y las implicaciones que ello ha traído en los estilos de autoridad en el hogar. Frente a unas familias que tienden crecientemente a flexibilizarse y diversificarse, el autor argumenta cómo esto creó las condiciones para la aparición de nuevos estilos de autoridad en el hogar, como el ambivalente, el permisivo y el abandónico; estilos que coexisten con el autoritario, el cual triste y desgraciadamente, sigue siendo dominante en los estratos más bajos de la población. Frente a estos estilos, el autor reivindica la necesidad de construir familias más democráticas en las que se dialoguen y se participe más, pero en las cuales la autoridad siga centrada en los progenitores. Sus reflexiones son producto tanto de la dirección que ha ejercido durante más de dos décadas frente a la innovación pedagógica del Instituto Alberto Merani, como de la realización de diversas investigaciones sobre el tema.