Una música suave suena el fondo mientras la profesora, con un tono tranquilo y constante, invita al alumnado a tomar conciencia de su postura corporal, controlas la respiración, relajarse y concentrarse aplicando algunas técnicas del yoga. Así empiezan la clase una vez por semana con el objetivo de integrar esta práctica de aprendizaje en el aula, ya que sus beneficios son múltiples.