La reciente aprobación del TIC entre Estados Unidos y Colombia, así como la renovación ATPD constituye, sin duda alguna, un acontecimiento histórico que tendrá un efecto que todos esperamos sea positivo para el país. Los beneficios no vendrán por si solos y dependerán en gran parte de la capacidad empresarial colombiana, de tener una visión clara, ser cada vez más competitiva, y lo más importante, innovadora, para aprovechar las oportunidades que brindan la economía más importante del mundo.