Para prever los rumbos de la educación en el siglo XXI, recurrimos a dos metodologías prospectivas: extrapolación de las tendencias actuales y los ideales que demandamos se cumplan en el futuro. El progreso tecnológico y la mundialización son tendencias al alza. El derecho universal a la educación y la igualdad de oportunidades son reclamados por todos. Un mundo en cambio acelerado exige la educación permanente. Para responder esa demanda acrecida de educación para todos a lo largo de toda la vida, se abren nuevas posibilidades, gracias al sistema multimedia de enseñanza a distancia, que goza de un desarrollo espectacular en todos los niveles y modalidades de la formación. Sin renunciar a los momentos de tutoría presencial, y al tradicional material impreso, se aprovechan las virtualidades formativas del teléfono, la radio, el vídeo, la televisión, la videoconferencia, y, de un modo especial, el co mputador. Este permite archivar y recuperar rápidamente una cantidad enorme de material educativo, pero sobre todo facilita el aprendizaje personal interactivo, individualizado y, a la vez, universal, rompiendo las barreras tempoespaciales y sociológicas de la enseñanza presencial