Aunque fracturar una sola vez el terreno para extraer gas natural no tiene por qué contaminar el agua de la zona, hacerlo una y otra vez sí podría comportar problemas. La fracturación hidráulica requiere inyectar a presión en las capas subterráneas de esquisto para liberar gas natural. Para facilitar la operación, esa agua se carga con compuestos químicos. Una sola fracturación podría resultar inocua. Sin embargo, el ciclo industrial completo, que incluye el almacenamiento del agua de retorno, ya ha provocado algunos casos de contaminación de aguas.