La intencionalidad de este artículo consiste en invitar a la comunidad académica, especialmente docentes y estudiantes, hacía la reflexión sobre la escritura como elemento prioritario en el marco de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Aunque no se pueda enseñar a escribir (se puede aprender a partir de la lectura, el conocimiento y el interés como pilares, y la constancia como carburante), la producción escrita se convierte en una exigencia para la comunidad académica, como principal responsable del movimiento de la frontera científica.