A lo largo de los últimos veinticinco o treinta años, el discurso y la práctica sobre la educación, los valores y la educación en valores han evolucionado. En algunos lugares ¿como por ejemplo en España¿ de manera obvia y acelerada. Además la consideración social y mediática que ha acompañado estos temas en los últimos años ha incrementado su notoriedad y relevancia. Hemos pasado de una concepción que identificaba educar en valores, bien con la formación confesional o bien con una formación cívico-social en sentido estricto, a una concepción más amplia de la educación en valores morales y democráticos. Hoy se puede afirmar ¿con las excepciones que sean necesarias¿ que la educación en valores es comprendida como aquella educación que permite aprender, construir y estimar valores que hacen que seamos más libres e iguales entre nosotros, practiquemos estilos de vida basados en el respeto y la responsabilidad y contribuyamos a hacer más digna la vida de todos.