Si la convivencia se entiende como la manifestación cotidiana de un clima social justo, donde las personas aprenden a vivir dirimiendo sus conflictos de una manera adecuada y por la vía pacífica, donde priman la formación humana y las idea e instrumentos adecuados en materia de humanidad y de justicia, donde se discuten y se adaptan normas de coexistir y de conductas deseables en materia de respeto y solidaridad, se tendría que decir que Colombia no es propiamente el ejemplo de un país, de buena convivencia y por el contrario, uno de sus principales problemas, son las múltiples agresiones entre cuidadnos, hombres y mujeres que soportan las situaciones del diario vivir, que se deben resolver, sin que exista violencia, sin que se manifiesten los atropellos hacia los demás.