Vemos con preocupación cómo la casa y su ordenamiento (economía) están en peligro. A ello, el pensamiento franciscano formulado en la tradición por los autores, responde con una actitud de cortesía, de respeto, de fraternidad fundada en la paternidad divina. Por eso, este tema reclama constantemente el término de relación, con lo cual, la creación entera es tratada como un alter o justicia, reconociéndole y otorgándole sus derechos. En esto se apoya la co-fraternización con la creación. Este modo de ser franciscano tiene sus consecuencias en la evangelización y en la formación de los fundamentos doctrinales de la pastoral actual en clave franciscana.