Este artículo presenta un estudio profundo y sistemático de dos categorías que presentan un uso muy particular y sugestivo en el Evangelio según San Juan: "discípulos"(seguidores) y "apóstoles" (misioneros). A partir de su encuadramiento en la literatura evangélica del Nuevo Testamento, y de su semántica propia, el sentido que se da a estos términos propone toda una eclesiología de comunión, que compara con la sinóptica, es alternativa, ya que corresponde a una circunstancia nueva, diferente y posterior, pero por lo mismo, expresión de un cambio de óptica en la que se avanza en un rumbo propio y se integra la tradición. De ahí que sea necesario afirmar, desde este análisis lingüístico semántico. que toda eclesiología de comunión debe concluir en una opción misionera y viceversa.