Son pocas las firmas que tienen la disciplina suficiente para enfocarse en lo que "hacemos mejor que nadie" cuando toman decisiones en cada unidad de negocios. Todavía más rara es la empresa que ha alineado sus capacidades internas diferenciadoras con un posicionamiento correcto en el mercado externo. A este tipo de empresas las llamamos "coherentes", y son ellas las que obtienen las mayores recompensas.