La unidad de nuestro ser como cuestión fundamental de la antropología filosófica: Robert Spaemann y la crítica del Cogito cartesianoArtículo de Revista
La unidad del hombre se afirma adecuadamente cuando se recupera la noción de la vida. La oposición entre la subjetividad y el cuerpo hace insuperable el dualismo. En cambio, la vida es a la vez interioridad y extrioridad. La interioridad propia de la conciencia supone un salto cualitativo. Sin embargo, la unidad se vuelve pensable en estos términos: la razón o conciencia es forma de la vida, el poder propio que lleva a la vida a consumación.