El estudio de la libertad plantea el problema de cuál es el método o los métodos más adecuados y qué podemos esperar de ellos. La filosofía clásica accede a la libertad desde la noción de naturaleza, mientras que la filosofía moderna, que concibe la naturaleza de un modo mecanicista y ateleológico, accede a ella desde la subjetividad. Dos ejemplos de estos planteamientos son, respectivamente, los de Aristóteles y Schelling. Se analizan sus méritos y sus deficiencias para dar cuanta de los rasgos esenciales de lo que entendemos por libertad.