Las tendencias de la educación física transitan desde una perspectiva instrumentalista, dualista del cuerpo y el movimiento, hacia la mirada del sí mismo y la construcción subjetiva, mediado por procesos de construcción de la corporalidad; articulando al sujeto con un contexto socio político en función de una transformación cultural. Presenta los vínculos entre cuerpo-movimiento y cultura, evidenciando cómo se constituyen en una apuesta filosófica, pedagógica y política sobre el modelo ideal de hombre reproducido por la cultura, planteando posibilidades en el desarrollo de la corporeidad, y transformación alternativa del currículo, e ideales culturales con respecto a la formación del ciudadano.