En los últimos tiempos la investigación histórica se ha visto muy condicionada por todo tipo de conmemoraciones y celebraciones que han obligado a muchos historiadores a elegir temas de estudio en función de la efeméride de turno y de los apoyos económicos que estas conmemoraciones posibilitan para congregar a los investigadores en reuniones científicas o publicaciones colectivas. En realidad éste no es un fenómeno nuevo, pues desde el origen de las historiografías nacionales, vinculadas a la necesidad de fundar una idea de nación basada en un pasado común que <>, el recurso a las efemérides ha sido una estrategia habitual para ir consolidando los mitos con los cuales se pudieran identificar los miembros de la nación. No obstante, como afirma Mauricio Tenorio refiriéndose a las celebraciones del centenario de la Revolución Mexicana y del bicentenario de la Independencia, a través de estas celebraciones los historiadores deberían crear <>. Porque, según el mismo autor, <>. En definitiva, estos aniversarios son una buena ocasión para explorar críticamente ciertos tópicos y analizar la imagen que una sociedad elabora sobre sí misma, así como para hacer nuevas lecturas de fenómenos del pasado que iluminen la historia del presente.