La Revolución Mexicana de 1910 sacudió al país en todos los órdenes de la vida social y cultural. Después de la larga paz pofiriana, que generó injusticias, desigualdad, ignorancia y pobreza junto a un desarrollo material y económico que benefició a minorías, el estallido de la lucha armada provocó el surgimiento de fuerzas olvidadas y, entre otros muchos efectos que significaron el fin del antiguo régimen y el nacimiento de las nuevas ideas, destaca el establecimiento del principio sustentador de la integración nacional a partir de la educación pública.