Los alumnos de segundo de este instituto del Raval barcelonés han dicho adiós a los libros y las libretas en papel. Sólo trabajan con materiales digitales en una pizarra digital en clase y a través de un ordenador portátil propio, que se llevan a casa para hacer los deberes y enviarlos por Internet. El centro quiere generalizar este sistema en los próximos dos años y convertirse en un instituto plenamente digital.