En las sociedades centroamericanas tras-pasadas por los intereses del capital bananero extranacional, la percepción acerca de “lo nacional” surge en oposición o como resistencia al poder externo; de manera que el proceso de construcción y redefinición de la “nación imaginada” resulta mediatizado por esta realidad1. Al perfilarse la dimensión internacional del capital monopólico y manifestarse la convergencia entre las pretensiones de las corporaciones bananeras y los intereses geopolíticos norteamericanos, estas manifestaciones de resistencia adquieren mayor cohesión y el nacionalismo se expresa a través de diversas formas de antiimperialismo.