Europa fue siempre multirreligiosa. No es un fenómeno nuevo que, además del cristianismo, en sus diferentes formas, haya también en Europa creyentes de otras religiones. La cristianización del continente duró muchos siglos, durante los cuales aún pervivían, casi por todas partes, formas de las religiones precristianas y sincretistas, y antes de que concluyera el proceso había judíos y musulmanes en diferentes partes de Europa.