Desde hace dos milenios, Europa ha marcado la historia judía, lo mismo que los judíos contribuyeron al nacimiento de Europa. Las meras cifras no dan idea, sin embargo, del papel que los judíos desempeñaron en los más diversos ámbitos. En conjunto fueron siempre una pequeña minoría, pero llevaron a cabo tareas teológicas y económicas claramente definidas en las sociedades de cuño cristiano en la mayoría de los casos, pero en ocasiones también musulmán. Por su calidad de única minoría no cristiana, dentro de la cristiandad fueron siempre percibidos de manera especialmente clara, empujados al margen de la sociedad, con frecuencia perseguidos y expulsados, pero nunca echados totalmente de Europa.
