Pretender seguir la pista de “Europa” supone intentar entender el poder histórico que hoy en día marca y transforma de la manera más profunda nuestro mundo. Pues, desde el punto de vista puramente geográfico, Europa no es una masa continental delimitable. Vista de ese modo es únicamente un apéndice de Asia. Ya desde el punto de vista geográfico Europa es un continente por la sola razón de que Europa es más que una designación geográfica. “Europa” no equivale a “Occidente”. ¡Al contrario! Europa tiene dos pulmones, mientras que el “Occidente de una sola hoja” (siempre y cuando no se utilice como un concepto ideológico de lucha) denota al cristianismo latino occidental y a los pueblos germánicos. Polonia y Hungría son las excepciones que confirman la regla. Por eso también la Unión Europea abarcará en el año 2004 –la excepción de Grecia sigue siendo un peligroso recuerdo de una unidad mayor– sólo el “Occidente”, prácticamente. Pero Europa significa algo más.
