Según la teoría de la secularización, las esferas tecnológica y religiosa son fundamentalmente incompatibles en el sentido de que el desarrollo y expansión de la primera contribuye a la desaparición inevitable de la segunda: “La secularización está en gran parte conectada íntimamente con el desarrollo de la tecnología, pues la tecnología es como tal la con-densación de la racionalidad humana. Las máquinas, los dispositivos electrónicos, los ordenadores y todos los aparatos de la ciencia aplicada son elaboraciones racionales. Expresan los principios de la rentabilidad, la opción por los medios más eficaces para alcanzar fines determinados, y la eliminación de todo gasto superfluo de energía, tiempo o dinero. El instrumentalismo del pensamiento racional queda intensamente expresado en las máquinas” (Wilson 1976: 88).