Ya Devi sarvabhutesu Saktirupena samasthitha significa que la Madre divina existe en todo, en lo animado y en lo inanimado, como poder o energía. Es este poder el que nos sostiene a lo largo de nuestra vida y finalmente nos guía hasta nuestros respectivos destinos, dice Swarupa Ghose, un ama de casa con un recién nacido en su regazo. Es una de las muchas fieles que participan en fiesta otoñal de las diosas, la principal celebración hindú en Bengala, un Estado oriental de India. Su comentario evoca el sentimiento y la fe de la mayoría de los fieles hindúes. Son tres las razones que me han llevado a escribir este artículo. En primer lugar, dada mi educación hindú y mi largo trabajo de investigación sobre la tradición de la deidad femenina, deseo compartir con los demás mis experiencias y reflexiones sobre el feminismo hindú.
