El método tradicional de enfocar esta cuestión consiste en partir de una noción abstracta de la fe y de una noción abstracta de la política. El teólogo intenta entonces comparar ambas nociones para constatar coincidencias y divergencias. Tomemos como punto de partida la realidad del pueblo de Dios. Partimos de la fe y de la política tal y como se viven en la actualidad. De esta forma no llegaremos a una visión ideal de una relación entre una fe que no existe y una política que tampoco existe, manteniéndonos en la esfera de las ideas. Vamos a ver cómo se vive en realidad la relación entre fe y política en el mundo actual, en el mundo de los excluidos. Mi base de observación es América Latina. Pueden constatarse analogías en África y Asia, pero no dispongo de información suficiente, y, sobre todo, carezco del contacto prolongado que permite un conocimiento a través de vivencias.
