El nombre de esta revista me sugirió lo que podía escribir en el presente artículo: concilio, “conciliar”, reconcilio, la obra de la reconciliación y el acto de aportar pensamiento para su evaluación en el concilio, el concilium. Según esto, en lugar de seguir escribiendo sobre una hermenéutica bíblica lesbiana, o poner ejemplos adicionales de su aplicación1 , voy a escribir acerca de las motivaciones que dieron origen al proyecto de dicha hermenéutica y acerca de cómo se podría entender desde una perspectiva de reconciliación. Cuando empecé a poner en marcha tal proyecto, estaba motivada desde el punto de vista académico por la idea de extender los objetivos feministas en los estudios bíblicos –definiendo a fondo algunos principios y estrategias para una interpretación bíblica lesbiana–.
