En la perspectiva de la particular interacción entre su riqueza infinita y su profunda sencillez, me gustaría sugerir que la teología de la Commedia de Dante puede considerarse un ejemplo especialmente relevante del potencial espiritualmente transformador de los textos literarios, entendido como la capacidad que tienen conscientemente de despertarnos a nuestra propia existencia, que no es sino manifestación del amor divino.