La lengua filipina es la voz de la cultura que habla en sus propios términos. La dominación lingüística, primero por el español y después por el inglés, además de una degradación cultural, a un no se nota en el poder residual que el inglés tiene en temas teológicos. El inglés sigue siendo la lengua franca teológica de los filipinos. Las ventajas de usar el filipino en teología se ha mantenido a raya por el "prestigio" y el dominio global del inglés.