El territorio que explora la expresión artística es el más intangible y etéreo para el ser humano. Las artes, con su capacidad para crear formas que mezclan el mundo con los anhelos humanos, se adecuan poco a la metodología de la respuesta acertada. Su proceso de enseñanza-aprendizaje es difícil de evaluar. ¿Sirve de algo cuantificar el arte con porcentajes y gráficos a los que tanta veracidad concede la sociedad?