Un cuarto de siglo después de promulgada la Constitución Política, al a mayoría de las y los colombianos, personas jóvenes y adultas, se les restringe o excluye del Derecho Humano a la Educación (DUE). Se trata de una vulneración sistemática y estructural que va en contravía de los compromisos adquiridos con la comunidad internacional (Pidesc) y las finalidades del pacto social y político para la construcción de un país en paz que se trazaran en 1991. El analfabetismo absoluto es 5,8% (DANE, 2014) y se concentra en los territorios rurales en donde el porcentaje es 11,5% y el 72,6% de personas no tienen acceso a la educación (DANE 2015). El analfabetismo funcional, por su parte, resulta inconmensurable, puesto que la deserción absoluta de jóvenes entre 15 y 29 años abandonaron la escuela sin completar sus estudios en 2014. Según la OCDE, el país no cumple con los requisitos de ingreso en esta materia.