La declaración de Hamburgo sobre la educación de adultos de 1997, contemplada en la V Conferencia Internacional de Educación de Adultos (Confintea) definió la educación de adultos como: el conjunto de procesos de aprendizaje, formal o no, en la cual las personas cuyo entorno social considera adultos desarrollar sus capacidades enriquecer sus conocimientos y mejorar sus competencias técnicas o profesionales o las reorientar a fin de atender sus propias necesidades y la de la sociedad.